Capítulo 7
La palabra palacio era una exageración para definir el lugar donde fuimos Evan y yo. Era más bien una mansión pequeña. No me malinterpretéis, no me estoy quejando por que no sea un palacio, puesto que a mi poco me importa el lugar, lo único que quiero es estar bien protegida, claro. Pero como Cole dijo la palabra palacio, pues, no sé, esperaba otra cosa. Algo más impactante, más, como el propio Cole. Perfecto. Él era perfecto. Y quería protegerme. Se lo agradecía mucho, le debía mi vida.
Estuve mirando la mansión desde fuera hasta que la voz de Cole me sacó de mis pensamientos.
“ Oye, Eily. Sé que la casa es bonita, pero puedes pasar a dentro si quieres “ dijo riéndose por debajo de la nariz.
“ ¿Huuum?¿Quee? Ah, claro, claro. Vayamos a dentro pues. “
Cole se rió y me empujó despacio hacia la puerta de entrada. La casa por dentro era fantástica. Me había equivocado. No era un palacio por fuera, pero si por dentro. Había todo tipo de comodidades, bar, cama de agua, televisión de plasma de 50 pulgadas, todo lo imaginable, vamos.
Cole se fijó en mi cara, y no pudo hacer menos que echarse a reír como un tonto.
“ Tendrías que ver tu cara, Eily. Parece que hayas visto un fantasma, pero en el buen sentido vamos. Parece que estuvieras embobada por su belleza. “
“ Ja, ja,ja. Eres muy gracioso Cole, mira como me rio. No es eso, solo que no sé, me esperaba algo menos llamativo… “
“ ¿No te gusta? “
“ Me encanta. “
“ Pues vamos bien. “
“ Por cierto, ¿vives solo? “
“ No. Vivo con Sylvie y Erika. “
“ ¿Quiénes son? “
“ Son dos hermosísimas chicas vampiras. “
“ Oh, vaya. ¿Y están ellas aquí ahora? “
“ Si, claro. En sus habitaciones. Vamos y te las presento. “
Subimos por un ascensor de última tecnología, con espejo incluido, cosa que me permitía obtener una vista completa de mi cuerpo. Estaba un poco sucia, tenía heridas y los cabellos revoloteados, pero estaba presentable. A través del espejo vi a Cole mirándome, y sonreí interiormente.
“ Es tan mono “ pensé
Pero caí demasiado tarde. Me había olvidado por completo de que él leía mi mente, y ahora se estaba riendo a carcajadas de mí, por haber pensado que era mono. Soy tan estúpida.
Le lancé una mirada de advertencia, pero él no dejó de reír. Al contrario, su risa se intensificó.
“ ¿Qué es tan gracioso si se puede saber? ¿Contádnoslo y nos reiremos todos “ dijo una voz dulce detrás de nosotros.
Era una chica que aparentaba unos veinte años, pero debía tener quinientos o más. Era alta y delgada, con una muy buena figura, ojos color miel y pelo negro como el carbón. Era muy bella. A su lado estaba una chiquilla que no aparentaba más de trece, pero ni dios sabía cuántos tenía en realidad.
“ Oh, Silvye, Erika. A vosotras os buscábamos. Ella es Eily, la chica de la que os he hablado últimamente. “
No pienses, no pienses. Me obligaba a mantener la mente en blanco para que ninguno de los presentes pudiera leer mis pensamientos.
“ Hola, encantada de conoceros. “
La chica de los ojos de color miel dio un paso adelante, y me tendió la mano sin vacilar.
“ Hola, yo soy Silvye. Igualmente encantada. Y ella es Erika “ dijo señalando a la pequeña chiquilla que se escondía detrás suyo. “ Vamos, Erika, no tengas vergüenza, sal y preséntate a nuestra invitada. “
Erika salió de su escondite detrás de Silvye y se plantó delante mio.
“ Hola, Eily. Soy Erika. Encantada. “ dijo de un tirón, y luego salió corriendo hacia lo que supuse que era su habitación.
“ Niñas. “ dijo Cole suspirando
“ Oh, vamos, Cole. La chiquilla tiene vergüenza, es muy normal a su edad. “
“ Si, si, claro. Lo que tu digas. “
Entonces pude sentir como Silvye miraba a Cole, y me estremecí. Lo miraba con ternura, amor, anhelo, y una profunda adoración. Tuve la sensación de que ella hubiera ido al infierno tan solo si él se lo hubiera perdido. Estaba completamente enamorada de Cole, saltaba a la vista. Algo se hizo pedazos dentro de mí. No comprendía por qué, puesto que a mí no me interesaba Cole, pero lo roto, roto estaba. Entonces reparé en la mirada de Cole. Él también la miraba, pero no de la misma forma en la que lo hacia ella. Él la miraba con amistad, cariño, amabilidad,… pero él no la quería. Entonces sentí compasión por ella. También tristeza por mi parte, porque aunque no estuviera interesada en él, no imaginaba el tipo de chica que le podría gustar a Cole, más bella que Silvye. Ella parecía una diosa, pero aún así, Cole no estaba interesado en ella. ¿Había gente aún más bella que Silvye? Lo dudaba.
De pronto, Cole se giró hacia mí, y pude entrever en su rostro durante una fracción de segundo una mirada cariñosa, protectora. Pero se desvaneció, mostrando su habitual media sonrisa.
Otra vez había vuelto a fallar. Otra vez había podido oír todos y cada uno de mis sentimientos. No quería decir lo que pensaba en mi mente, pero las palabras salieron en contra de mi voluntad.
“ Oye, Cole. Entiendo que te diviertas leyendo mis pensamientos más íntimos, pero me gustaría tener un poco de intimidad, si no es una gran molestia. ¿Se puede apagar lo de leer mentes? “
“ Claro. Yo las leo porque quiero y cuando quiero. “
Le lancé una mirada envenenada que habría helado los huesos a cualquier otro chico, pero él solo se mantuvo allí plantado, impasible, escrutando mi rostro con tranquilidad.
“ Pues no me leas. “ le dije con dureza
“ Pero es divertido. “ dijo sonriendo
“ Vete al diablo. “
“ ¡Sorpresa! Yo soy el diablo. “ dijo amplificando su sonrisa
“ Lo que tu digas. “
“ Soy el príncipe de los vampiros, por lo tanto, soy el diablo. “
“ Claro, claro. Pero hablando del tema de príncipe, porque motivo no vives con tu familia en un palacio o en algún lugar distinto. ¿Por qué compartes piso? “
Silvye se debió sentir fuera de la conversación, porque se disculpó diciendo que tenía que ir a hacer algo y se marchó corriendo.
“ Pues porqué ser príncipe de los vampiros no significa ordenarlos, ni mucho menos ponerme una corona. Soy el príncipe porqué llevo sangre pura. Soy de familia noble, y por lo tanto, mi sangre es pura. Y no vivo con mi familia porqué me gusta ser independiente e ir a mi bola. No me gusta que la gente esté pendiente de mí, y la mejor forma de tener todo lo que quiero es compartiendo piso. Al principio quería vivir solo, pero entonces conocí a esas dos bellezas y me enamoré de ellas. “ dijo remarcando la palabra bellezas
“ Ahhh. Muy interesante. “ dije fingiendo un bostezo. “ Tus discursos son muy elocuentes y ayudan a mantenerme despierta. “
“ Mala mujer. “ dijo sacando la lengua.
Entonces volvió a suceder. Nuestros ojos se encontraron. Una chispa salió de ellos. Aquel sentimiento otra vez. Deshice rápidamente el contacto visual, y el sentimiento volvió a desaparecer.
Suspiré aliviada.
Entonces, Cole me cogió de la mano y me arrastró hacia una puerta.
“ Ésta es tu habitación. “
“ ¿Mi habitación? Pero si hay dos camas aquí. “
“ Claro, porqué también es la mía. “
“ Espera. Me he perdido. ¿Me estás diciendo que en esa casa enorme no hay otra habitación para que pueda ocuparla yo y tengo que dormir en la tuya? “
“ Efectivamente. Todas las habitaciones están llenas. No creas que a mí me va a gustar cambiarme delante de ti. “
“ ¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE? Por favor, basta de bromas. Al menos tendrás un baño por aquí. “ dije buscando frenética una puerta en la habitación que no fuera la de entrada.
“ Claro, tonta “ dijo riendo.
Se dirigió hacia una esquina, y abrió la puerta que había allí. Me asomé para ver el baño, y me quedé sin aliento. Era enorme. Con jacuzzi, bañera de hidromasaje,… todo lo imaginable relacionado con el baño de lujo estaba puesto en aquella enorme habitación.
“ Me encanta. “ dije simplemente
“ A mí también. “ dijo Cole sonriendo
Nuestros ojos se volvieron a encontrar, y sentí como si ardiera toda. Aquél sentimiento era extraño y a la vez familiar para mí. Sentía como si cada parte de mi ser se derritiera por Cole.
Sentía que se intensificaba mi deseo de él.
Pero a ti no te interesa, Eily, me recordé a mí misma. A demás, tú tampoco le interesas a él.
Bajé la mirada al suelo, en signo de rendición.
Cole me seguía mirando. No entendía como podía soportar aquél cosquilleo sin apartar su vista de la mía. Su manó buscó la mía, y cuando encontró la apretó tiernamente.
“ Vamos, Eily. Hora de comer. “
“ Comida humana. “ dijo al ver mi cara de asco
Solté un suspiro, aliviada.
Nos dirigimos a lo que parecía un comedor-cocina, o una mezcla de ello. Era enorme, y enorme es enorme, no es una exageración. Estaba emocionada, fascinada. Aquella casa era fantástica por dentro. Por fuera también, pero por dentro era otra cosa. Entonces me volví a preguntar el motivo por el que no tendrían más habitaciones en aquella lujosa casa.
Me di cuenta de que Cole me estaba mirando y sonreía, seguramente porque había oído mis pensamientos. Lo que dijo solo me incitó a confirmar mi teoría.
“ ¿De verdad te molesta tanto dormir en la misma habitación que yo? No te preocupes que te voy a dejar un poco de oxígeno. “ dijo sarcástico.
“ Ya, claro, como si tu respirases. No, no me preocupa en absoluto, pero es que me pica la curiosidad de el porqué no hay mas habitaciones en este en este magnífico lugar. “
“ Ah. Con que era eso. Pues no lo sé. Las otras habitaciones… no se pueden abrir. “
“ ¿No se pueden abrir? “ Estaba nerviosa. Aunque no lo demostrase exteriormente, por dentro estaba hecha un lío.
“ Ehem.. noo.. Verás. Te lo voy a explicar bien. Esta casa no es nuestra, es, ehmm, de mis padres, ya sabes.. es como una herencia… si.. más bien una herencia.. pero ellos no están muertos, ¿sabes? Solo que cuando les dije que me quería independizar no me dejaron buscar un piso por mí mismo.. me obligaron a quedarme en su casa anterior. Pero.. pusieron una serie de reglas… Yo no podía abrir ninguna habitación más de las que yo usase. Por lo tanto… no puedo abrir otra habitación, lo siento… Si te molesta dormir en mi mismo cuarto me iré a dormir a la habitación de Silvye… seguro que no le va a importar, puesto que su cama es King size… “
“ ¡NO! “ dije prácticamente gritando. No sabía porque lo había dicho de aquella forma, pero la sola idea de ver a Cole y a Silvye en la misma habitación me producía escalofríos.
Cole sonrió.
Yo me ruboricé porqué adiviné que estaba leyendo mis pensamientos.
“ Oye, Cole, lo siento, yo solo, humm… no me importa compartir tu habitación… bueno… me da igual… pero solo preguntaba porque.. verás.. es… yo… bueno… “
Me sentía estúpida no pudiendo terminar ninguna frase con coherencia. Me extrañaba que no me tomara por discapacitada.
Entonces él volvió a sonreír.
“ No te preocupes, Eily. Lo he entendido. Jajajaja “
“ Estúpido. No te rías… “
“ Jajajaj. Lo siento, no lo puedo evitar… “
“ Esto.. Hmm… Cole.. “
“ Si, ¿dime? “
“ No sé si lo he preguntado antes, pero ¿hay alguna forma de que no me leas los pensamientos? Es que la verdad es un poco frustrante tener que convivir con alguien que puede saber todo lo que estás pensando. “ dicho esto me ruboricé.. Nunca antes me había ruborizado tantas veces seguidas.. Debía parecer un tomate.. ahora verde, ahora rojo…
“ Ohh. Pues… la verdad no sé si los humanos podéis hacer este tipo de cosas. Pero podemos intentarlo.. creo… “
“ Vale. “
“ Respira hondo. Tres veces. Unaa… dos… tres… “
“ Sé contar hasta tres. “
“ No interrumpas. “
“ Lo siento. “
“ No importa. Volvamos a empezar. “
“ Respira hondo. Tres veces. Una… dos… tres… Concéntrate mucho en tu mente, en tus pensamientos, deja la mente en blanco.. Tranquilízate... Empieza a construir una barrera en tu mente. Piensa en las piezas de la barrera, que van encajando perfectamente entre ellas. Piensa en su resistencia, nada las puede derribar. Concéntrate… “
Poco a poco sentí que mi mente se iba aislando del exterior. No sentía nada. Tan solo estaba yo. Sola. Triste. Me sentía muy vacía, y no sabía el motivo de aquel sentimiento. Un sentimiento tan familiar, que me hizo temblar de miedo. Ya lo había sentido antes. Muchas veces. Muchísimas veces. Entonces, dejé de sentirme aislada y pude oír una voz tranquilizadora en mi oído.
“ Eily. Vamos. Tranquila. Ya no estás sola. Estás conmigo. Estás a salvo. “
Levanté mi mirada hacia él. Se veía, ¿preocupado? ¿desesperado?. Intenté decirle que estaba bien, pero mi voz se negó a salir. No tenía fuerzas. Parecía que mis cuerdas vocales hubieran desaparecido, o se hubieran roto. Me asusté ante la posibilidad de no poder volver a hablar, e intenté en vano hacer salir las palabras atascadas de mi boca. Lo único que obtuve fue una especie de gemido involuntario que no me servía para nada.
“ Eily. No hables si no puedes. Tranquila. Te voy a llevar a mi habitación. “
Asentí, vacilante.
Me cogió en brazos y me llevó hasta la habitación que compartíamos. Me dejó suavemente en su cama, ¡su cama, no la mía! Y se sentó a mi lado, mirándome, con sus ojos azules llenos de angustia.
Y yo, como siempre, quería que aquella tristeza provocada por mi persona desapareciera de su mirada. Lo hacía parecer vulnerable. Pero él no era vulnerable. Era feroz e implacable.
Cerré los ojos en un intento de dormirme, pero sentía su mirada sobre mí. No podía moverme, ni siquiera dormir.
Abrí los ojos para encontrarme cara a cara con él, y su mirada me dio fuerzas. No sé como lo conseguí, pero me levanté de la cama, sentándome en ella, y le sonreí.
“ Dios, Eily. ¿Estás mejor? Me has dado un buen susto… “
“ Si, gracias Cole. “ mi voz sonaba rara, más aguda de lo normal, como un pitido que produce dolor de cabeza.
“ ¿Qué te ha pasado? Porque todo iba de maravilla hasta que has empezado a gritar y luego te has desplomado en el suelo. “
“ Otra vez no. No. No otra vez, por favor, no. “ dije sollozando. Sentía que las lagrimas descendían de mis ojos con urgencia. No me podía estar pasando a mí de nuevo. No. No podía ser.
“ ¿Qué pasa Eily? ¿Qué es lo que no puede volver a pasar? “
Cole me miraba con sus ojos azules llenos de preocupación, e impotencia.
“ No.. Nada.. Es solo que, cuando era pequeño, me pasaba esto muy a menudo. Aislaba mi mente de todas las demás, y inexplicablemente, me sentía sola, vacía. Como si estuviera sola en el mundo. Y tenía miedo mucho miedo. Sobre todo me pasaba por las noches, pero a veces también ocurría por las mañanas. Mis padres se empezaron a preocupar por mí, y me llevaron a un psicólogo. Me ayudó mucho, y desde entonces no he vuelto a tener un ataque de pánico como este. Estos ataques me destruyeron la infancia, Cole. No jugaba con mis amigos. Muchas veces no podía ni ir a la escuela de lo triste que estaba. Cuando desaparecieron fui la persona más feliz del mundo. Empecé a relacionarme con los otros niños. Empecé a hacer vida normal. Pero ahora han vuelto, y, yo… no lo voy a poder aguantar. Sufrí mucho. No quiero volver a hacerlo. “
Cole estaba callado, pensativo, mirando mi rostro, impasible, sin mostrar ninguna emoción. Después de un largo espacio de tiempo, habló.
“ Eily, ¿me estás diciendo que ya habías aislado tu mente antes? “
“ Si. Lo hacía porque mi tío me lo enseñaba. Decía que era lo mejor para mantenerme sana y segura. Y yo hacía lo que él me decía. Todos los días. “
“ ¿Todos los días? “
“ Si. “
“ ¿Y siempre que lo hacías acababas.. así.. ¿Cómo ahora? “
“ Si y no. A veces era peor, mucho peor, pero otras veces no pasaba nada. “
“ Vaya, Eily. Yo… “
“ No hace falta que digas nada. El asunto se solucionó cuando cumplí 12 años. “
“ ¿12? De eso hace 4 años, ¿no es así? “
“ Si. ¿Por qué? “
“ No por nada. Solo estaba pensando. “
“ ¿Pensabas? ¿En qué? “
“ En que esto no es normal, tiene que haber una explicación. “
“ No te preocupes. Ahora ya estoy bien. “
“ Pero Eily, ¿es que no lo ves? Si te pasa cada vez que bloqueas tu mente, es que tienes un problema. Bueno, uno no, varios. El primero es que, en principio, un humano no debería poder aislar su mente. Y TÚ, aunque te ha cogido un ataque, has aislado la tuya sin dificultades. El segundo, es que no te deberían coger ataques. No es normal y nunca he oído de ningún caso como el tuyo. Luego está el asunto de tu tío, y por qué quería que aislases tu mente… Solo se me ocurren dos posibilidades. Una es que hubieran vampiros merodeando por tu vida y él no quería que conocieran tus pensamientos, y la otra… “
“ ¿La otra? “
“ Si… “
“ Dime. “
“ No. Por ahora no te voy a decir nada sobre la otra opción, porque aún no la tengo clara en mi mente. Voy a investigar un poco, y cuando sepa más te voy a avisar. “
“ No tengo otra opción que esperar. “
“ Así es. Bueno, lo mejor que puedes hacer ahora es descansar, pequeña, porque hoy ya has llenado tu cupón de sufrimientos. “
Me besó en la mejilla y salió por la puerta de SU habitación, dejándome en SU cama. Pero yo no estaba de humor para fijarme en aquellos detalles sin importancia. Estaba cansada, tenía mucho sueño, pero sobretodo estaba confundida. ¿Cómo podía mi vida haber cambiado tanto de un día a otro? ¿Cómo podía haber pasado yo de ser una chica normal a una especie de cobaya para vampiros? Y lo más importante, ¿cómo podía haber olvidado todo el sufrimiento de mi niñez? Parecía como si lo hubiera olvidado todo. No recordaba nada de aquella etapa de mi vida. Nada, hasta que me cogió el ataque. Tenía que pensar mucho en ello, pero ahora lo más importante era dormir. Tenía que dormir, porque tenía sueño. Mis párpados se empezaron a cerrar, lentamente, y le dediqué un último pensamiento a Cole. ¿Qué era lo que sentía por él? Dos días atrás me hubieran preguntado eso y les habría respondido que lo odiaba a muerte, pero ahora ya no lo odiaba. Unas horas atrás les habría contestado que lo consideraba un amigo, pero ahora ya no estaba tan segura. ¿Estaba naciendo en mi interior un nuevo sentimiento hacia él? ¿Amor, tal vez? No, no podía ser. A demás, estaba segura de que él amaba a Silvye. ¿O a lo mejor no?
Espero que os hayaa gustado..
jeei.
3 comentarios:
JADE ERES LA MEJOR ESCRITORA QUE HAYA CONOCIDO CARA A CARA
de verdad me fascina tu historia :)
me encantoooo!! me tienes super enganchada!!
me encanto la historiia!!
realmente eres una gran escritora...
me alegro que hayas leido la mia^^
ya subi nuevo
pasatee =P
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